Epilogo 1

 

Hay que volver al pasado. Al duelo por Issei desatado por Rias y Grayfia, es aquí el primer punto de inflexión que nos trae a este final.

La batalla entre Rias y Grayfia por el cuerpo y corazón de Issei había culminado, siendo la maid quien llevo mas allá del limite su cuerpo para seguir haciéndolo sin parar, pues después casi cinco horas, Rias cayó rendida por la intensidad a la que su esposo se había acostumbrado por causa de Grayfia. Al verla caída, y que el castaño seguía excitado ambos amantes siguieron fornicando hasta toda la noche, mas allá del amanecer hasta llegar la hora en la que se acordó que duraría el duelo.

―¿Que?... ―Rias despertaba después de todo lo intenso que fue su marido, pero cuando abrió bien los ojos los vio que seguían follando a lado de ella en la cama―... ¿Me quede dormida están?

―Hola Rias, que buena siesta te tomaste, que envidia ―decía Grayfia mientras la tenían levantada de sus piernas por Issei quien era intenso embistiendo a su amada plateada como animal en celo que ella había formado―. Parece que no pudiste con nuestro amor~

―¡No! ―Rias de nuevo estaba devastada―. ¡Paren!

El rostro de su esposo fue irreconocible para ella, era como ver a un drogadicto perdido en su adicción. No respondía cuando su mujer le llamaba.

―Date cuenta Rias ―dejaron de fornicar y encararon a la pobre carmesí―, nuestros cuerpos son mas que compatibles, somos el uno para el otro.

Abrazaba de forma provocativa a Issei, delante de su aun esposa.

―Perdón Rias, pero amo a Grayfia y no puedo vivir sin su cuerpo ―pronuncio el castaño, solo para besar apasionado a la peli gris, ambos estando desnudos y cubiertos por sudor y los fluidos sexuales de sus intimidades―. Te amo, Grayfia

―Mi Ise~ ―dijo y sus labios se conectaron delante de la otra vez devastada Rias Gremory.

―Esto... esto es mentira... ¡Por favor díganme que esto es mentira!

―Parece que perdiste, Rias ―canto la derrota para la carmesí.

Ojala así fuera, Rias. Sin embargo era verdad, su esposo la había dejado por su cuñada, después de ocho años jugando a los novios en secreto, decidieron dejar a la luz los sentimientos que tenían uno por el otro. Al volver, tomaron a las hijas que correspondían a su amorío y abandonaron a la familia Gremory para formar su propia familia como era debido. Los padres de ambos hijos carmesí estaban impactados por semejante revelación, que estaban devastados por esta realidad. No supieron mas de Issei y Grayfia, desaparecieron junto a sus hijas correspondientes, el hombre que Rias se había enamorado de joven, ahora amaba a alguien mas, pasaba largas noches preguntándose que había hecho mal para recibir este castigo, pero entre todos esos pensamientos quería saber de su Issei una vez mas.

―Mamá ¿esta bien? ―pregunto Ex cuando su madre le terminaba de acurrucar en la cama.

―Lo estoy hijo, no debes preocuparte ―sonreía a su único recuerdo que tenia del chico que amo desde joven―. Duerme, mañana tienes que ir a la escuela.

Nunca pensó que lo perdería por culpa de quien siempre considero su familia.

Apenas si habían pasado dos meses desde que ellos se fueron, su depresión aun continuaba en la carmesí. Pero ese día se mostraba ansiosa, en la mañana un DVD con el nombre de su esposo apareció en el buzón siendo ella la única que vio el paquete dejado, de entre su familia. Espero a la noche para poder ver lo que en disco había, encerrándose en el cuarto donde alguna vez lo compartió con Issei. Nerviosa y ansiosa puso el disco en la video y lo que vio no fue para nada agradable.

―Hola Rias~ ―apareció Grayfia, vestida con un muy depravado atuendo de novia, si no que de puta se trataba, un corset blanco, tacones y un velo del mismo color llevaba puesto. Tenia una expresión muy pervertida la maid en su cara, una vez mas esos corazones en sus ojos se notaban mientras estaba de pie con las manos en alto haciendo señas de la victoria con sus dedos hacia la cámara que los filmaba―. Issei y yo nos acabamos de casar, lamentamos no invitarte a nuestra boda, pero te enviamos un recuerdo de nuestra luna de miel.~

Detrás de Grayfia, Issei apareció y sin mostrar su rostro tomo los pechos de la peli gris, haciendo que gimiera como solo él la hacia gemir. Al mismo tiempo, Rias podía ver como la polla de Issei, entre las piernas de la maid se frotaba muy agresivamente mojándose por los jugos que liberaban la vagina de la Grayfia

»Mira ―Grayfia, entonces mostró en un acercamiento de la cámara, una prueba de embarazo positiva―. Parece que tendremos un nuevo hijo ¿no es emocionante?

Desde su cama, Rias estaba poniéndose cachonda celando que su esposo la dejara por esa... bueno que ella lo diga.

―¡Maldita perra! ―Rias lo dijo. Su coño se estaba mojando por verlos amándose en ese estado animal.

―Vamos Issei hay mostrarla a Rias cuanto nos amamos ―Grayfia se había puesto de rodillas y la cámara era controlada por Issei quien grabo como su nueva y verdadera esposa le hacia una felación profundo―. ¡Si!... no importa cuantas veces al día lo chupe siempre esta fresco y dura, que genial es tu polla, querido.~

―Tu técnica es la mejor. Grayfia, mi amor ―decía el castaño gozaba de un orgasmo y teniendo un gran control con la cámara―. Es mejor que la que me hacia Rias.

―Dilo de nuevo ―como paleta o chupón devoraba el pene de Issei―. Rias debe escucharte.

―Las mamadas de Grayfia son mejores que las que me diste Rias ―pronuncio sin miedo, fue un golpe duro para la carmesí.

Cuando el video hizo un cambio de escena, ahora mostraban a la maid montando al castaño, con la cámara enfocada en sus glúteos que se movían sucia, lasciva y pervertida mente de arriba a abajo succionando la polla de Issei.

―¡¡Hhhaaa!!~ se siente tan bien, la polla de Issei me parte en dos~ ―exclamo Grayfia, después de tanto sexo sin día de descanso, las paredes de su vagina habían tomado la forma del pene de Issei y esto era lo mejor para ella. No solo el golpeteo de sus carnes era lo que escucha Rias de la tele, también el chapoteo de los jugos pre seminales de Issei los que la vagina de Grayfia expulsaban de tanta excitación.

―¡Grayfia! ―al gritar Issei, tomo a la maid de su cintura con fuerza y comenzó a taladrar fuerte contra su coño hasta correrse dentro de ella.

―¡Si! ¡Si, dame tu semen Issei! ―gritaba con una expresión corrupción por el placer―. dame tu leche que nuestro bebe debe crecer sano y fuerte~ ―el ahegao se veía en su cara era único.

Cambio de escena y sentados del borde de esa cama queen, la peli gris sentada en la polla de su nuevo esposo machacaba su interior complaciéndose mutuamente, dejando que la cámara grabara como sus pechos rebotaban de forma lasciva al mismo tiempo que ella dejaba ver como el pene de Issei entraba y salía a través de los labios de su vagina.

―Puedes verlo Rias ―con sus dedos abría su vagina siendo penetrada por la dura verga del castaño―. Dime... puedes ver cuan profundo llega la polla de mi esposo en mi.

―Se siente maravilloso Grayfia... ―hablo Issei―… Tu vagina, tu culo; tus pechos. Todo tu cuerpo es maravilloso ―volvió a tomar los senos de su esposa a medida que ella seguía cabalgando su miembro.

―Tengo mejores vagina que Rias ¿Issei? ―pregunto a medida que restregaba su vagina en la polla de Issei que le invadia por completo.

―Si… ―se volvió adicto.

―Tengo mejor culo que Rias, ¿Issei?~ ―puesta en cuatro, su ano era perforado por la mojada polla del castaño que no paraba de entrar y salir de ella. Todo mientras la cámara lograba captar como de la vagina de Grayfia aun salía semen de Issei.

―...Si.

―¿Tengo mejor cuerpo que Rias? ―se besaban con sus lenguas bailando fuera de sus bocas delante de la cámara luego de haberse venido mutuamente cuando lo hacían de lado sobre la cama.

―¡SI! ¡Eres mejor que Rias, Grayfia!

Cuando las dos horas de video editado terminaron, Grayfia yacía desnuda de ese atuendo de novia mas pervertido que pudo ver Rias en su vida. Yacía desnuda, con las piernas dobladas al estar sentada en la cama con su cuerpo cubierto de semen de Issei, una vez mas con señas de victoria en sus manos.

―Lo ves, nuestros sentimientos son correspondidos Rias y nuestros cuerpos son muy compatibles ―decía la doncella corrompida por la lujuria pecaminosa que habían seguido―. Ahora Issei y yo podremos vivir como una verdadera familia con nuestras hijas y nuestro próximo hijo... después tendremos mas y mas hijos ¿No estas feliz por nosotros?

Lo ultimo que vio fue la sonrisa cínica de Grayfia al final del vídeo, agradeciendo a Dios que bendiga su noche de bodas con las lagrimas de a quien le dedicaron tal video. Rias tomo el control solo arrojarlo tan fuerte a la tele por la rabia que sentía, que termino incrustándose en ella.

―Issei ―decía Rias con muchas lágrimas, lo perdió para siempre, ahora era feliz con otra y realmente lo mostraba así―. Mi Issei.~

Una aterradora pesadilla que la padecía quien menos le debía corresponder. El trauma la despertó y Venelana se levanto de lado de su cama pues el sueño que tuvo fue muy real ¿Pero porque lo ha tenido? Se pregunto, mirando a la nada invisible mientras se levantaba de la cama a media noche, donde su marido dormía en un profundo sueño.

Tomo sus pantuflas, para salir la habitación y buscar un vaso de agua caminando por los largos y silenciosos pasillos de su casa una vez se refresco. Sin embargo los rastros de la pesadilla estaban impregnados en imágenes creadas por su mente.

¿Porque rayos soñé con eso? se pregunto mientras caminaba, tallando su frente para aliviar la migraña nocturna que le provoco. Rias, Grayfia e Issei habían vuelto desde hace ya dos meses del viaje al caribe y noto entre ellos un extraño comportamiento, como si de una discusión tuvieron ellos. Pero nunca preguntaron a ellos que paso en esas vacaciones.

Paso junto a la habitación de huéspedes que nunca usaban, donde noto al regresar cierto destello de luz en lo que era la puerta, abierta discretamente. Escucho venir, ciertos murmullos viniendo de aquí, voces de quienes Venelana conocía.

¿Issei, Grayfia? ¿Pero que están haciendo? Logro verlos y cometiendo infidelidad, en su propia casa. A sus propios hijos.

―Creí que ya no… ―decía Issei encima de ella, empujando cual salvaje bestia.

―Cállate y besame ―Grayfia lo tomo de sus labios y mandaron todo al carajo. Nunca se dieron de que eran observados, pero Venelana tampoco intervino, por extraña razón. No solo se enojo como debía, pero empezó a consolar el calor de su cuerpo producido por la visión real de su sueño.

El romance no permitido entre Issei y Grayfia no pararía, romperían cada voto con tal de continuar hasta la muerte.