Business and pleasure (Naruto x Harem)

Esta obra la estaré actualizando una vez al mes, para darme tiempo de seguir avanzando la historia y tenerles una actualización constante. Espero y les agrade.

New Family

 Uzaki Family

El sol se ocultaba detrás de las casas residenciales en el occidente, Tsuki había servido una cena para tres en la mesa. Sus hijos ausentes así que solo serían ella y su amado esposo Fujio, el tercer invitado o mal tercio para su esposo era ya oficiado novio de su preciada Hana. Una cena donde la inconformidad se sirvió con bandeja de plata y la incomodidad era la crema del plato fuerte. Creyendo que serían solo su esposa y él. Fujio no podía dejar de mirar con ceño fruncido a Shinichi enfrente de su asiento. Tsuki le daba más atención al muchacho de lo que debería. Afirmando incluso que estaba coqueteando con Sakurai, frente a él.

Se reía con él, hablaba mas con él que con Fujio. Toda su atención caía sobre el novio de su hija mayor, totalmente ignorado quedaba el hombre. Apenas si le daba algo de atención, habla poco pues rápidamente pasaba de un tema a otro con el que conversaba con Sakurai. La paciencia de Fujio se agotaba y no había comprensión de esto.

¿Te gusto la cena, Shinichi? —comenzó a levantar los platos de la cena, empezando con los del chico.

Su comida es de lo mejor, Tsuki-san. Aunque usted me enseñe sus trucos, su sazón es incomparable —un elogio con el que buscaba provocar a Fujio en el otro extremo de la mesa, Shinichi.

Ay, no digas esas cosas que me sonrojas. Shinichi~ —llevo su mano libre hasta su mejilla y volteo la cabeza para hacer el gesto de pena que recibía ante tal halago viniendo de su parte.

Ya no era el mismo chico que este hombre conoció antes, la sombra maligna que nació del vació interno del mismo Sakurai Shinichi tomo forma y ahora era quien controlaba su cuerpo. Su único deseo, la madura mujer que sin sentir nada de vergüenza estaba coqueteando con él frente a su esposo y las hijas que había parido. Haciendo a una lado de tan miserable manera al tipo.

A mi también me gusto mucho la cena, amor —exclamo el señor Fujio con todo y sonrisa en su rostro, extendiendo el plato a su esposa cuando lo vio venir a él.

Que bien que haya gustado —esa respuesta fue fría e indiferente. La sonrisa que le hizo Tsuki. Solo tomo su plato y se fue a la cocina sin decir más, estaba actuando extraño.

Los ultimos días ella ha actuado como si todo estuviese bien, sus hijas de la misma manera se han vuelto mas distantes de su padre, mas de lo normal. Actuando como si el no importará y todo por culpa del chico que tenia delante suyo, siempre lo supo. Su llegada ha sido de mala influencia para su familia. Con Tsuki a un lado, Fujio tuvo que cuestionar que estaba pasando.

Pensé que Hana estaba contigo cuando salió de la casa hace una hora —dijo Fujio, tratando de quitar la presumida mirada que tenia Shinichi que puso desde el momento que iba conversando con su esposa delante de suyo.

Quería verla, pero dijo Ami-san que seria una salida entre chicas, no seria justo estar con ellas —exclamo sin problemas.

¿Yanagi no fue a sus tutorías que le prometiste dar? —cambio el tema, esperando profundizar.

Ya le enseño todo lo que tenia que aprender hoy, hago todo lo posible para ser lo mas duro con ella, enseñándole todo lo grueso del tema para que este lista para sus próximos exámenes —declaro Sakurai, sin embargo emplear esas dos palabras: “dura” y “gruesa” no le parecieron.

No obstante, había otro asunto que a Fujio no le parecía, era mas importante que preguntar acerca del uso de doble significado de esas palabras de Sakurai.

Sabes, mi esposa y tu se han vuelto mas cercanos las ultimas semanas —comentó el señor Uzaki tratando de ocultar lo desconforme que estaba al respecto.

Lo se, es genial. Su esposa es una gran mujer, es fantástica —comento Sakurai sin mostrar ninguna intención, cual animal salvaje acechando su siguiente presa para cuando bajase la guardia.

¿Que pretendes decir con eso? —las respuesta que le daba el chico cada vez más estaban picando su paciencia.

Porque no deja de dar vueltas con este asunto y va directo al grano —preguntaba con mas filo en su voz en cada vez, Sakurai—. O es que ya estas tan viejo que tu mente no puede procesar lo que pasa. Eso explica porque ya no puedes satisfacer a Tsuki como se merece.

Lo que temía que estuviese pasando, era la confesión que Shinichi venía a revelar. La ira de este hombre no seria contenida, de un arranque se puso de pie y sus manos golpearon la mesa, aun con la rabia puesta en su cara Sakurai estaba inmune ante la reacción de Fujio, después de todo ya no era el mismo de antes.

¡Estas diciendo que tu y mi esposa me han estado engañando! —tomo a Sakurai del cuello de su camisa, pero no lo levanto de su asiento. Al fin y al cabo era más alto que él—. ¡Escoria, como te atrevés!

Un estruendo metálico se escucho a espaldas de Fujio, un fuerte dolor vino a sacudir su cabeza por dentro. La fuerza con la que tomaba a Shinichi del cuello se le fue y la visión pronto comenzó a fallar. Su mente se iba apagando por una razón.

Tsuki vino a pararse junto a Shinichi cuando el chico se levanto, mirando tan desabridamente a Fujio que cayó al piso desmayándose poco a poco. Su esposa vino a ponerse de lado de Sakurai con una sartén en manos, una abolladura se notaba en el material recubierto de teflón. No le prestaba atención a su esposo en el piso, sino a su amante.

¿Lo hice bien, Shinichi?~

Buen trabajo, Tsuki.

De poco a poco su vista de Fujio se hizo oscura y su mente mucho más despacio venía apagarse. Lo que significa que aunque no podía levantarse ni mucho menos ver lo que acontecía, podía escuchar… lo que al menos era la voz de su esposa.

Shinichi~ empuja más duro —el sonido de unos golpeteos se oía de menor intensidad—. Shinichi… shinichi… ¡Shinichi!

Lo hicieron junto sobre la mesa junto a él en tirado en el piso. Era acaso un mal sueño, una pesadilla esperaba que de eso se tratase pedía Fujio internamente a gritos. Pronto, el dolor que su cabeza le sacudió fue desapareciendo, su cuerpo lo sentía entumido y sin poder moverse. No se trataba de alguna paralisis, sino de algo mucho peor.

Un par risas infantiles hicieron presencia en el inconsciente señor Uzaki. Risas hechas con burla hacia su persona, murmurando cosas inentendibles pero lo escuchaba tanto y tan cerca que eso logro que comenzara a reaccionar de su estado inmóvil, solo para sentir su cuerpo incapaz de moverse.

Despierta dormilón.~ —esa burlona voz, con su mente despertando Fujio vino a notar que a pesar de ser de carácter infantil, no se trataba de la voz de una niña como lo escuchaba.

Se ve tan patético así —una segunda voz, de alguien más joven vino a sentirse en los oídos de Fujio. Escuchando una de estas voces por el lado izquierdo y el otro por el derecho.

Lentamente abrió los ojos, lo que sus ojos vieron lo vino a perturbar, se trataba de sus hijas. Sus dos preciosas niñas usando un conjunto de prendas poco ortodoxas. Se trataba de un atrevido juego de baño de retrataba la apariencia de una vaca puesta en ambas. Un micro bikini cuyos triángulos que solo cubrían las aereolas de sus pechos, una tanga de hilo delgado cuya manchada apariencia solo cubría su concha, su trasero estaba expuesto y de la línea de su trasero sobresalía el hilo de la tanga. Una cola de este animal integrado a un juguete sexual puesto en su vagina. Diademas puestas con orejas y cuernos de vaca, guantes de manga larga hasta el codo para hacer de su apariencia animal más provocativa y de la misma forma. Largas calcetas que les llegaban hasta la rodilla a Hana como a Yanagi. Tacones de punta delgada y alta siguiendo la apariencia del juego. Las veía de tan clara forma pues sus rostros estaban casi encima de la cara de su padre.

¿Hana, Yanagi? —respondió con gran temor el padre de estas chicas—. ¿Porque están vestidas así? ¿Porque estoy atado? ¿Donde esta Kiri?

Callate, viejo. Kiri esta bien —Yanagi vino a revelar una cinta gris detrás de sus manos, vino a cerrarle la boca a su padre con ella—. Solo callate y disfruta el espectáculo.

Dejo de mirar el llamativo cuerpo de sus hijas, para darse cuenta que estaba amarrado de pies y manos en la espalda a una silla de madera. Una habitación desconocida, una lampara de luz morada iluminando desde el techo, una cama extensa al fondo del que solo podía ver los extremos de la cama. Un sonido inusual detrás de sus hijas, se trataba de peculiares sonidos de índole tema maduro podía intuir.

Las hermanas despejaron la vista de su padre quitándose de enfrente suyo, para dejar ver que sentados en la cama. Su esposa Tsuki, se besaba con Shinichi de forma tan desvergonzada e indecente. Al igual que sus hijas, la madura mujer llevaba un atuendo propio del mismo tipo, mientras que Sakurai lo veía desnudo. Ambos sentados en el borde de la cama, con su polla larga endurecida y la mano de su esposa dandole caricias a su aparato. Todo sin dejar de besarse.

¿Que estaba pasando? Se preguntaba Fujio. Sus hijas, en tales ropas fueron hasta Sakurai quien no dejaba de besarse con su esposa, cada vez siendo su beso mas sucio, cuando el aliento les faltaba. El contacto de sus labios se pasaba a sus lenguas bailando en el balcón a la vista del esposo de Tsuki.

Shinichi. La tienes grande de nuevo.~ —dijo Tsuki, después de tal lascivo beso, los labios del muchacho cayeron sobre el cuello de su mujer, haciendo a la mujer Uzaki dejar escapar gentiles gemidos.

Tenues risas de la novia de Shinichi y su cuñada se hicieron oír cuando ambas llegaron hasta ellos. Hana vino a abrazar a su novio desde su espalda, mientras Yanagi vino a ponerse por detrás de su madre y sus manos la deslizo sobre sus senos de mayor medida que los de ella.

Dejo de darle atención a Tsuki para mirar al humillado Fujio. Lo miraba con desprecio y no aguantaba la risa de verlo así.

Le gusta el espectáculo, Fujio-san —se acerco al atado hombre, trayendo a la esposa de este bajo su brazo. Ebria de lujuria, Tsuki tenia las manos puestas en el pecho musculoso de su amante riéndose de la situación de su esposo—. No cree que se ve linda Tsuki así.

Moo~ Shinichi.

Dio un paso por detrás de ella, su mano la puso sobre el seno izquierdo de su madura amante; su mano derecha se deslizo hacia la pelvis de ella, el suave toque de las yemas de sus dedos sobre su vagina fue solo una chispa. La pólvora fue apretar con fuerza el pecho de Tsuki, como lo fue también cuando jalo la parte delantera de su braga, el fuerte tirón que le hizo presiono y se sumió en los labios vaginales de su madura favorita. No contuvo su voz con el orgasmo que le produjo solo esto.

Que hermosa voz, hace que ponga dura con solo escuchar tan linda voz de un ángel —su rostro estaba por encima del hombro derecho de Tsuki, cuando empezó a gemir acerco su cara y respiro fuerte sobre su mejilla antes de lamer la gota de sudor que se resbalaba por aquí—. Dígame Fujio-san. Tsuki hacia estos mismos sonidos en su cama.

A pesar de estar atado, la furia del señor Uzaki lo tenia consumido, las venas en sus musculos pronto sobresaltaron bajo su camisa. En su frente se notaba en grande las arterias; no podía gritar ni maldecir a Sakurai con este teatro, ni a su esposa. Lo escuchaba intentando gritar, esta reacción era diversión pura para el mismo Shinichi, misma sensación compartida con Tsuki.

Shinichi… ya no puedo esperar más —agitada era la respiración encendida de Tsuki ante las agresivas caricias de su amante sobre su cuerpo, estaba al limite y quería más que solamente la tocase.

¿No te importa que te lo haga frente a tu esposo? —pregunto a la ebria mujer, ebria de deseo y satisfacción.

Hazmelo, Shinichi… quiero que me metas tu pene —llegaba a verse como exhalaba vapor de su boca, evidencia de lo caliente que se encontraba. Su cuerpo se vio brillante por el sudor suyo impregnando su expuesto cuerpo, totalmente excitada sus pechos se notaban crecieron un par de centímetros así mismo, se notaba sobre su bikini sus pezones puestos duros.

La mano con la que jalaba el calzón de su lencería, la movía hacia el muslo derecho de su madura amante. Discreto, levanto su pierna despacio. Su vagina quedo descubierta, dejándose ver poco de su vello púbico aquí, de tanto jugar con su coño le dejo expuesta su zona intima.

Donde quieres que te la ponga, señora —Fujio no lo veía. Pero el miembro erecto de Sakurai estaba presionando contra el trasero de su mujer, su duro y caliente pene, quemaba su ser en ese deseo.

Ya sabes… donde lo quiero, Shinichi.~

Su vigoroso pene ya besaba los labios de su vagina, pero quería que fuera mas allá.

No solo lo vio, sino también escucho como este muchacho ponía su hombría dentro de su esposa. Tan mojada se encontraba que sonó su carne al ser penetrada, aunque su boca tampoco quedo callada al respecto.

¡Haaa! —un gemido fuerte salió de su boca, su interior ardía como el sol y su cuerpo se estremeció como la tierra. No la hicieron esperar y Shinichi fue golpeando su trasero con su pelvis mientras levantaba mas su pierna para hacer mas visible el acto para los ojos de Fujio—. Mira querido~ mira como la polla de Shinichi me lo hace… Su pene me llena por completo.~

Agradables palabras para los oídos de su amante.

Porque no admite que soy mejor que Fujio-san ahora que estamos siendo sinceros de nuestra relación con él —comento Sakurai.

Tomo a Tsuki de ambas piernas, levantarla fue fácil, hacerle el amor delante de su hombre fue igual de sencillo. Los ojos abiertos como platos deseando que esta pesadilla termine. Pero lo que veía era real, le robaron a su esposa y no había descaro en presumir lo gustosa que estaba su mujer con esto.

Empujaba su hombría con brutalidad, su destacable aparato entraba y salía de Tsuki con toda agresividad, la voz que dejaba escapar no era una que haya escuchado salir de su boca.

¡Aghh! ¡Shinichi… tu polla esta golpeándome en lo más profundo. Tu pene es el mejor!~ — gritaba sin escrúpulos. No le importaba para nada estar rompiendole el corazón a su esposo.

Pero la tortura que le esperaba solo iba en su primera parte.

De pronto, apareció Hana y mientras Shinichi se follaba a su madre, vino ella a ponerse de rodillas dando la espalda a su padre. No había remordimiento, una vez el demonio de la lujuria las contamino, solo su nueva adicción en las mujeres Uzaki puede decirles que hacer. Con una sonrisa en su cara, mirando desde cerca como la polla de su novio comenzaba a hacer espuma cuando no paraba de frotarse dentro de su madre.

No es justo que mamá se quede con toda el pene de Shinichi —comenzó atrapando una de las bolas de Sakurai, importándole poco que él seguía moviéndose o no. Después de eso, vino a lamer el cuerpo de su hombría, él continuaba buscando la satisfacción follando con Tsuki.

Eso es Hana… lame la vagina de mamá —saco una risa a su amante a pesar de sentir la lengua de su primogénita rozando su clítoris cuando solo quería lamer la cosa de su novio.

Tu pene sabe muy rico cuando estaba bañado en los fluidos que tira mamá, Shinichi —comento su hija, no había pena alguna en Hana.

Su infierno aun no terminaba. A pesar de tener que ver como se estaba desarrollando, por instinto primordial Fujio comenzó a sentirse excitado. Yanagi noto la punta de la polla de su padre resaltando de su pantalón y gustando de ser chica mala. Vino a aparecer desde atrás de él, con su sonrisa de gata traviesa se sentó sobre el regazo de su padre y con sus ojos puestos sobre su cara, su trasero vino a frotar encima, provocando espasmos de deseo en él.

¿Que pasa papá? ¿Te excita ver a mamá follando con otro hombre? —preguntaba Yanagi, dándole arrimones malintencionados. Sus manos sobre sus propias rodillas cuando restregaba su culo presionando contra la polla de Fujio—. ¿Te excita sentir el trasero de tu hija restregándose sobre tu pene excitado?~ Eres patético viejo.

¡No puedo resistir más! —comenzó a gritar de éxtasis Tsuki, la polla de Shinichi se volvió loca en su vagina y eso significaba una cosa—. ¡Me vengo!

La semilla de su amante lleno su útero, su vagina conmocionada de la pasión lloro de alegría, manchando el piso a los pies de su amante. La mayor parte de su semen quedo atrapado dentro, esa cálida sensación inúndandola la hacia amar a Sakurai mucho más que a su esposo.

Eres patético viejo —Hana dejo de darle atención a Shinichi para molestar a su padre de la misma forma que su hermana. Una mancha de fimosis sobre su ropa le causo gracia—. Mira eso ¿Disfrutabas del trasero de tu propia hija?~ Que enfermo.

Yanagi se quito y Hana vino a continuación. Con sus grandes senos froto la polla de Fujio sobre su pantalón mientras lo miraba. Los gritos inentendibles que salían de su boca eran comedia pura para Shinichi y ellas.

No lo entendían, pero Fujio le pedía a gritos a su querida hija que no siguiera con eso.

Que perdedor, Fujio-san —bajo a Tsuki de sus manos y con casi nada de fuerzas, la madura mujer Uzaki estaba parada de rodillas al piso aferrada a su amante con sus manos en su fornida pierna. Una sonrisa agitada después de lo recién ocurrido—. Apuesto que has llegado a fantasear con poner tu polla en las tetas de Hana ¿no es así?

Dejo de lado a Tsuki y fue tiempo de darle atención a su novia. La maldad de la sombra tenia domado a las tres Uzaki, como animales de circo para que cumplieran lo que el maestro de ceremonia dijese, con un solo chasquido. Hana frotaba sus senos sobre la polla de su padre. Hasta que vino Yanagi a elevar la apuesta.

Porque no satisfaces al viejo, hermana —la mano de Yanagi abrió el pantalón de Fujio.

Su cuerpo estaba agitado, miro con horror cuando su hombría puesta dura ahora expuesta vino a ser abrazada por las tetas de su hija.

¿Que pasa, papá? Esto te moja —pregunto burlándose de él.

Sakurai, mostrando de nuevo esa sonrisa. Tomo a Hana por detrás y le hizo levantar su culo del piso. Las tetas de su hija se quitaron, pero no su erección. La follo sobre su cara y sus pechos rebotaban sobre su cara.

De seguro tu polla no haría gemir a tu hija como yo lo hago, enfermo de mierda —llamaba a Fujio enfermo, entonces la sombra que ahora poseía a Sakurai era un desquiciado.

Machaco, trituro y se vino una vez tras otra en Hana delante de su suegro. Al igual que con su madre, le hizo ver como su polla entraba y salía de su vagina. Le dejo ver cuan corrompida por el deseo la tenia. Una cara demencial de su hija vino a verse al momento que la hizo alcanzar el orgasmo.

Esto es de lo mejor… —gemía sin remordimientos o vergüenza delante de su padre con las piernas abiertas por manos de su novio, con sus manos en alto haciendo una V y el semen escurriéndose de su vagina toda abierta sin la polla de su novio en medio, era como le hablaba—… papá. Quiero casarme con la polla de Shinichi… no creo poder vivir sin su polla a partir de ahora.

Debo mencionar que la polla de Sakurai estaba siendo atendida por la boca Tsuki, era tanto ruido como acción. Su cabeza se estaba manchando del semen que se resbalaba del semen de Hana encima de ella.

Descuide, Fujio-san, cuidaré bien de sus hijas y de su esposa —vendría el final de su tortura, pero el final solo sería una tortura mayor.

Yanagi vino a traer un galón de gasolina el cual roció a su padre mientras Shinichi tomaba a Hana y Tsuki, paradas una a cada lado suyo. Sus manos estaban puestas en los senos de ellas, las cuales apretaba con fuerza. Gustosas se veían ellas abrazando a Sakurai. Roció a su padre y vino a entregarle el galón a Shinichi, Yanagi. Un ultimo adiós a su padre y esposo, vinieron a decir saliendo las tres mujeres entre risas como de burlas ante la suerte de Fujio.

Una linea de gasolina en el piso marco la sombra con el cuerpo de Shinichi, antes de sacar un fosforo de su trasero. Seguía él desnudo cuando estaba por incinerar al hombre vino.

No lo tomes a mal, viejo —las ultimas palabras que le diría a Fujio—. Pero te interpones en mis planes de hacer a tu esposa y tus hijas mis putas. Son solo negocios.

Prendió fuego al mismo casquillo de fósforos antes de dejarlo caer sobre el rastro. No tomo ni dos segundos cuando el fuego envolvió a Fujio en medio de gritos de terror que no eran escuchados. ¿Donde rayos lo tenia? Como para poder dejarlo morir así sin llamar la atención. Cuando las llamas lo abrazaron lo ultimo que vio su rabillo de sus ojos fue ver a Sakurai salir con toda tranquilidad e indignidad de sus actos.

Todo salió de acuerdo a sus deseos. Tenia lo que quería, lo que el verdadero Sakurai no quería tomar, vino a tomarlo todo para él.

La vida no es un cuento de hadas, no existen los finales felices. Siempre hay decepciones, para las demás personas.

Kiri Uzaki se encontraba caminando por las calles del centro de la ciudad, pero no estaba solo ni mucho menos con sus patéticos amigos. Su sueño se hizo realidad recientemente. Ami Asai, la hija del barista y amiga del trabajo de su hermana mayor como de su primer cuñado, la habia presentado, parecía que por fin se hacia realidad su sueño de tener una novia universitaria para ser solo un chico de preparatoria.

Felicidades por aprobar el examen, Kiri —decía Ami caminando lado a lado de él. Una sincera sonrisa en su rostro, fijándose mas en el muchacho que en su camino—. Un año escolar más y entrarás en la universidad.

Estoy nervioso cuando tengo que pensar en eso —andaba Kiri mirando al frente, llevando un porte orgulloso en la cara, pronto vino a tirarla el mismo—. Pero es mejor que estar pensando en ese tipo Sakurai interactuando de forma rara con mi madre y mis hermanas al mismo tiempo.

Supongo que es normal que Shinichi se la pase coqueteando con Hana por mas tiempo, después de que tu padre muriese en ese incendio él se les ayudo emocionalmente a tu madre y tus hermanas —una mentira de la que ella sabia la verdad pero al parecer no le parecía relevante contarla—. Al final termino mudandose con ustedes.

Si, mi mamá parece estar interesado en él a pesar de es novio de Hana. No le importa mucho coquetearle delante de mi hermana, ni siquiera a Yanagi —recordar tan solo que vio esa misma mañana como testimonio de sus palabras lo hizo erizarse todo su cuerpo—. Aun no se como es que las tres quedaron embarazadas al mismo tiempo.

Ver su reacción de esa manera le fue de mucha gracia a Asai, pero su risa fue modesta para no lastimar la poca autoestima que tenia Kiri.

Oye, descuida Kiri —tomo al peligris de su brazo. Lo incomodo ahora.

¡¿Ami-san?! —su rubor lo hizo vaporizar desde su cuero cabelludo, sentir la trama de una chica universitaria y de tamaño grande (no extra grande como el de su familia); aceleraba su ritmo cardiaco.

Quieres que te ayuda a olvidar todo eso de nuevo.~

Olvidar ¿Que? El hecho de que hace seis meses, su padre falleció en un misterioso incendió y lloraron su muerte. Aunque en realidad solo fue él. Su madre y sus hermanas lloraban por fuera, pero por dentro estaban riendo. Pero quien estaba riéndose mas fuerte era Shinichi aquel día… y desde entonces seguía riendo.

Con Kiri afuera, tenia tiempo para estar con su harem en la sala de la casa Uzaki. Puede que muy pronto dejen de llevar ese apellido las tres.

Sentado en el sofá de la sala. Lo veían desnudo a Shinichi con Yanagi montando su polla, azotando su trasero con gran intensidad, se escuchaba la carne machacarse en toda la sala. Su expresión engreída cuando tenia los ojos cerrados disfrutando del talento de Yanagi. A su diestra Hana con ese atuendo indecente como si fuera un uniforme que les exigía usar Shinichi a las tres. Incluso Tsuki lo llevaba puesto sin rechinar, mas si era quien podía acaparar la lengua de su joven amante y su mano acariciaba los pectorales del muchacho.

¡Mamá deja de acaparar a Shinichi, él sigue siendo mi novio! —la única atención que tenia Hana de su novia era su mano puesta sobre sus pechos con su brazo pasando por su espalda.

No te pongas celosa hermana —dijo Yanagi, su rostro sudado y en su vagina podía verse la espuma mezclada con los fluidos.

Lo dices porque llevas rato acaparando su pene —contesto una malhumorada Hana, que no dudo en inflar sus cachetes.

Tal vez su boca la tenia en una cosa y sus manos en otra, pero sus oídos estaban despejados. Así, Shinichi miro a la gatita que acaparaba toda su leche. Dejo de moverse y se quito, la vagina de Yanagi vino a dejar caer mucho semen una vez se levanto pero no parecía tener problemas para caminar luego de estar ejercitando mucho las piernas.

Es todo tuyo.

Acepto la oportunidad y se monto sobre Shinichi, metió sin tanta dificultad la polla de su novio dentro. Tsuki dejo de acaparar la boca de su amante y la cedió a su hija, dejo que lo tuviera todo de él por un rato.

Ara, Hana. Te mueves como una profesional —dijo con malas intenciones la madre de las dos.

Yanagi vino a sentarse en el lugar de su hermana mirando con ansias seguir donde se quito. Su madre también se mostraba ansiosa por tener el pene de su amante haciendola llegar al orgasmo una y otra vez.

Si tan solo Kiri no viviera con nosotros, podríamos tener sexo con Shinichi todo el tiempo —comento Tsuki mirando con agrado lo que su primogénita hacia.

Tranquila mamá, no pasara mucho para que él termine saliendo de la casa y cuando eso pase, podremos estar cogiendo todo el tiempo con Senpai-san.

Las palabras de Yanagi podían ser proféticas, momento en el que ellas estaban teniendo una orgía con Sakurai, Kiri estaba siendo exprimido por las insaciables muslos de Ami luego de entrar a la habitación de un motel donde ella le hacia olvidar esas crudas sensaciones que le perturbaban tanto. Sin embargo, puede que haya otra cosa más que le perturbe. El resultado de una prueba y no hablo de una prueba de admisión universitaria.

Ya no puedo esperar tanto tiempo… —Tsuki sonó desesperada—. Shinichi, dame de pene a mi también.

Yo también quiero más~ Senpai-san.

Ambas vinieron a pegarse al mismo hombro, sus miradas pesadas con ganas de más de aquella droga del placer que se han vuelto adictas. De la que no podían soltarse.

¡No! —grito Hana apartando a su hermana y su madre de encima de su hombre—. Shinichi es mió en este momento.

Pronto comenzaron a pelear entre ellas, lo cual fue un buen breve entretenimiento. Las peleas se harían constantes por el simple hecho de querer ser la siguiente en estar follando con él. Tres hermosas damas a merced de sus deseos sexuales, dos de ellas hermanas y la otra su madre, madre a la que haría tener uno o tres hijos mas a pesar de su madura edad.

Si fue con ella con quien comenzó esta relación envidiable, lo justo seria que comenzara con Tsuki haciendola parir.

¡Hhhaaa, tu pene esta golpeando muy profundo Shinichi!~ —grito de placer soltó Tsuki cuando Shinichi la empalo hasta lo mas profundo. La puso sobre la mesa de la sala con sus hijas mirandole detrás de su amante, sonriendo. Una vez más Yanagi tenia una cámara en sus manos para filmarle—. ¡No pares, empuja más tu polla! ¡Empuja más Shinichi… quiero te semen… quiero terminar embarazada con tu deliciosa polla Shinichi!

Que mujer mas pervertida —dijo con una sonrisa, sin dejar de empujar su polla destrozando el interior de Tsuki—. Te daré el privilegio de ser la primera en tener a mis hijos.

Una decisión que no fue del agrado de las dos. Tendrían que conformarse.

Ya oyeron a su nuevo papá, niñas. Primero les dará un nuevo hermanito antes de que ustedes nos den nietos.~

No por nada la lujuria es uno de los siete pecados capitales en el mundo, al igual que la venganza, mata el alma y la envenena. Corrompe hasta el corazón mas puro, volviendo al humano a sus instintos mas primigenios.

Ese demonio acecha por toda las calles, buscando a su siguiente huésped. A su siguiente victima. Al final, al ser humano siempre es vencido por sus instintos primordiales, es a eso le llamamos pecado. 

 

Fin... por ahora. 





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